El séptimo de los nueve únicos Veneno Roadster fabricados se convirtió en el Lamborghini más caro de la historia. En una subasta realizada en Suiza, alguien pagó 7,6 millones de euros por él, una cifra récord entre autos de la marca italiana. Convertido a pesos, serían cerca de 500 millones.
El Lamborghini en cuestión formaba parte de la colección de 25 autos de Teodoro Nguema Obiang Mange, también conocido como Teodorín Obiang, vicepresidente de Guinea Ecuatorial e hijo de Teodoro Obiang, presidente de facto de dicha República.
En un fallo judicial histórico, Teodorín fue declarado culpable por lavado de dinero y corrupción a gran escala. A partir de eso, tribunales internacionales intervinieron sus bienes, entre ellos sus autos.
Además de este Lambo, tenía modelos de Porsche, Bugatti, Maserati, Ferrari y Aston Martin. Por toda la colección se obtuvieron más de 25 millones de euros. La casa de subastas encargada de llevar adelante el evento fue Bonhams.
El Veneno Roadster fue una edición limitada que «lleva la eficiencia aerodinámica de un prototipo de carreras a las calles de todos los días», según Lamborghini, que lo creó para celebrar sus cincuenta años de vida.
Bajo su capot, lleva un brutal motor V12 de 6.5 litros que entrega 750 caballos de potencia. Con caja automática de siete marchas y tracción total, acelera de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 355 km/h.
Cuando presentó este modelo (fue en un evento en Emiratos Árabes «a todo trapo»), la marca italiana manifestó su deseo: «Queremos que los propietarios sientan que vuelan sobre el asfalto».
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